La construcción de la Catedral de Mallorca comenzó en el siglo XIII.
En el siglo XIV se construyó la Capilla dedicada al Corpus Christi. En ella podemos admirar un retablo barroco en madera policromada de Jaume Blanquer.
Jaume Blanquer (Sineu, Mallorca, 1578-Palma, 1636), que realizó esta obra entre 1626 y 1655, sigue siendo considerado uno de los escultores más reconocidos de Mallorca.
Cada vez que visito la Catedral con mis clientes, destaco la belleza de esta obra de arte. Impresiona, por ejemplo, la representación de la Última Cena, en la que vemos a Jesucristo y a los Apóstoles en una mesa tridimensional. También llama la atención Cristo con la corona de espinas siendo mostrado al pueblo por Poncio Pilatos.
La Capilla tiene más de 10 metros de altura. El juego de luces, oros y sombras es asombroso.
En el mismo espacio, a la izquierda, se encuentra la tumba de Ramón de Torrella, primer obispo de Mallorca tras la conquista por Jaime I de Aragón en 1229.
Por supuesto, Blanquer también trabajó en otros proyectos importantes en la isla, como algunos en la Basílica de Lluc, patrona de Mallorca.
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